El Carácter de Dios en las Acciones de Todo Discípulo

El ADN del reino contiene todo lo necesario para producir y reproducir la vida de Cristo. El conocido Sermón del Monte de Mateo 5 nos revela que Dios se reserva el derecho exclusivo de dar los elogios y reconocimientos de las bienaventuranzas. No es del pastor, o del cónyuge, o de las autoridades establecidas por Dios el otorgar esta mención honorífica de alguien que logra manifestar el carácter de Jesús sino de Dios mismo. Este grupo de rasgos de carácter captan la esencia de la vida de un discípulo de Jesús y establecen el estándar a seguir. Más aun, es la medida por la cual seremos juzgados en el Tribunal de Cristo. Se desarrollan tanto en el ser y como en el hacer de todo discípulo. Es decir, no se trata de la teorización exacta del contenido de su significado sino del ser hacedores del mismo, y hacerlo no para reconocimiento de nuestro entorno sino porque es nuestra naturaleza ser como Jesús. Estos rasgos se fortalecen y demuestran su pureza en el contexto del sufrimiento, la persecución y la aflicción. Jesús vivió todas las bienaventuranzas a la perfección y es su deseo que los que captan el reino intimen con Él por medio de participar en su naturaleza.

Notemos que Jesús escogió esta primera lección para que sus discípulos adoptaran estas actitudes que solo pueden ser sustentadas por el amor supremo a Dios que nos “obliga” a entregarnos a la cruz y seguir a Jesús a la misión para llevar a cabo los propósitos redentores del Altísimo. Es por eso por lo que la integridad del carácter de Jesús es uno de los fundamentos que no es negociable en nuestra manera de hacer ministerio.

1. Humildad - Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos... Dios nos ha llamado a tener una actitud de un corazón tierno y contrito ante Él. La vulnerabilidad ante Dios nos permite ser moldeados por Él y mostrar longanimidad ante las circunstancias adversas que vienen a nuestra vida. Vivir en ese nivel de intimidad con Jesús es poseer y participar en el reino de Dios.

2. Quebrantamiento - Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación…Dios nos ha llamado a tener una actitud de absoluta dependencia a Él y de comprender y aceptar Su soberanía. Muchas veces, solo a través del sufrimiento podemos encontrar nuestro camino hacia el amor de Dios y así recibir consolación en nuestro quebranto.

3. Mansedumbre - Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad... Dios nos ha llamado a ser enseñables. Esto se demuestra en la disposición de escuchar activamente la retroalimentación y la corrección del Espíritu Santo que en ocasiones incluye la exhortación de los hermanos en la fe. El crecimiento hacia la madurez de Cristo es la herencia de Dios para sus hijos en esta tierra.

4. Hambre y sed de justicia - Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados… Dios nos ha llamado a tener hambre y sed de justicia. Esto quiere decir, ser alguien que desea y busca la voluntad de Dios y que hace justicia al modelo celestial.

5. Misericordia - Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia…Dios nos ha llamado a amar a las personas y colocarlas por encima de cualquier proceso, expectativa personal, sistema o estrategia. Dios nos ha llamado a ser generosos y a servirnos los unos a otros mostrando así el amor y la ley de Cristo.

6. Corazón limpio - Dios nos ha llamado a mantener nuestros afectos e intenciones puras y alineadas a su carácter. Esta condición del corazón nos permite seguir y ser testigos de Su agenda y poner la nuestra a los pies de la cruz.

7. Promotores y guardianes de la Unidad - Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios… Se nos llama hijos de Dios cuando somos promotores y guardianes de la unidad. Esta imagen retrata a alguien que busca y promueve la reconciliación en medio de los conflictos. Tiene la entereza de no poner su opinión por encima de las prioridades de Dios.

8. Entereza ante la Oposición - Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos… Dios nos ha llamado a buscar Su reino y justicia pese al sacrificio y sufrimiento que podamos enfrentar. Ser discípulo de Jesús es probablemente la decisión más satisfactoria, pero a su vez inconveniente que cualquier persona pueda hacer, por un lado, es ir contra la corriente de este mundo y es la antítesis de los deseos de tu carne y por otro, es el único camino para conocer el corazón de Dios.

9. Fe que vence - Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo…

Dios nos ha llamado a no solamente buscar Su reino, sino a permanecer en el; siendo obedientes incluso cuando tenemos que sufrir por Su gloria.

¿Qué nos espera?

Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros (Mateo 5:12).